Aerolíneas de bajo costo, un ejemplo a seguir por Alas Uruguay??
Mucho se ha dicho y escrito en Uruguay sobre las aerolíneas y especialmente la de bandera. Ahora Alas renueva espectativas y porqué no, esperanzas en un momento en que las llamadas low cost parecen ser las únicas que no dan pérdidas en el mundo.
El negocio de las aerolíneas de bajo costo o ‘low cost’ se consolida a escala global. Aerolíneas como Jetblue o Easy jet, por citar dos ejemplos, presentan cifras económicas favorables, según informan sus sitios web y publicaciones económicas.
La estadounidense Jetblue, por ejemplo, ganó USD 313 millones en los nueve primeros meses del año, “lo que supone multiplicar por 2,5 veces sus ganancias obtenidas hace un año”, según Europa Press. Otra aerolínea ‘low cost’ con cifras favorables es la británica Easy Jet, que para finales de septiembre pasado tenía previsto aumentar sus beneficios en casi USD 870 millones. Además, en el último año el número de pasajeros transportados creció un 9,4% hasta los 17,9 millones, en sus distintos destinos. Una situación distinta la vive la irlandesa Ryanair, registró un beneficio neto de USD 662 millones durante el presente ejercicio fiscal, un 8% menos que en igual periodo anterior.
Se trata de la primera caída en cinco años y se debe al incremento de la competencia por parte de otras ‘low cost’ europeas.
En Ecuador el negocio de las aerolíneas de bajo costo está cerca. La aerolínea colombiana VivaColombia anunció que empezará operaciones entre Quito y Bogotá desde diciembre próximo. Su objetivo es captar el 50% del mercado de pasajeros, que se calcula que crecerá a 40 000 personas al mes. El Consejo Nacional de Aviación Civil otorgó a VivaColombia un permiso de operación por tres años en la ruta Bogotá-Quito y/o Latacunga-Bogotá, con siete frecuencias semanales.
El negocio del bajo costo tiene un modelo sencillo: elimina determinados servicios para pasajeros, lo que le permite ofrecer precios de pasajes más económicos. Carlos Criado, director de negocios de Quiport, explicó el modelo: “es como ir en autobús: el pasajero no recibe nada, si quiere bebidas o comida tiene que pagar; no hay tarjetas de abordar, al avión no accede a servicio de manga porque retrasa la operación. Los pasajeros ingresan al avión apenas se cumple el desembarco y la limpieza es mínima”.
El portal de aviación Mi Aerolínea ofrece más pistas sobre el ‘low cost’. Las aerolíneas no ofrecen vuelos con conexión. Esto le ahorra costos en transporte de equipaje de un avión a otro y en personal en tierra. Otro secreto es la operación en aeropuertos secundarios. Esto porque el uso de terminales aéreas congestionadas demora los tiempos de operación e implica mayores gastos en tasas aeroportuarias. Además, hacer la reservación, registrar el equipaje y seleccionar un asiento son servicios por los que el pasajero tiene que pagar. También reducen espacio entre asientos y el entretenimiento a bordo es mínimo.
Según el presidente ejecutivo de VivaColombia, Juan Emilio Posada, las aerolíneas de bajo costo democratizan la aviación.