El turismo gay demanda más opciones de viajes en familia para 2015
Culminó la IV Convención Internacional de Turismo LGTB de Montevideo, con la participación de expertos del sector turístico procedentes de Uruguay, Estados Unidos, Argentina y Brasil, quienes en diferentes presentaciones analizaron los retos a los que se enfrenta el subsector conocido como turismo LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales).
Los turistas homosexuales suponen “el 10 % del total de la actividad mundial y el 15 % del gasto global”, destacó la ministra uruguaya de Turismo y Deporte, Liliám Kechichián, durante el acto de apertura de este encuentro.
La ministra de Turismo y Deporte de Uruguay, Liliam Kechichian (d), y la embajadora de Estados Unidos en el país, Julissa Reynoso (i), hablan durante la apertura de la IV Conferencia Internacional sobre Turismo Friendly
“Somos homosexuales, pero no somos homogéneos”, defendió el presidente de la Cámara de Comercio homosexual de Argentina, Pablo De Luca, quien valoró la cada vez más variada demanda destinada a esta colectividad.
Lesbianas y transexuales también reclaman una mayor oferta especializada para el próximo período en un mercado “tradicionalmente destinado a los hombres”, incidió De Luca.
Las lesbianas fueron “casi invisibles durante mucho tiempo en el turismo gay”, mientras que los transexuales son un grupo turístico en expansión que reclama destinos con “leyes progresistas”, añadió.
Precisamente, una de las principales preocupaciones que manifiestan estos turistas es que en los países a los que viajan exista una legislación que garantice sus derechos, detalló la representante de la Asociación Brasileña de Turismo LGBT, Marta Della Chiesa.
Los turistas homosexuales demandan una mayor oferta de viajes en familia para la temporada de 2015, así como más opciones para bodas y lunas de miel, según concluyeron hoy los expertos que participaron en la IV Convención Internacional de Turismo LGTB de Montevideo.
En este congreso participaron expertos del sector turístico procedentes de Uruguay, Estados Unidos, Argentina y Brasil, quienes en diferentes presentaciones analizaron los retos a los que se enfrenta el subsector conocido como turismo LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales).
Los turistas homosexuales suponen «el 10 % del total de la actividad mundial y el 15 % del gasto global», destacó la ministra uruguaya de Turismo y Deporte, Liliám Kechichián, durante el acto de apertura de este encuentro.
«Somos homosexuales, pero no somos homogéneos», defendió el presidente de la Cámara de Comercio homosexual de Argentina, Pablo De Luca, quien valoró la cada vez más variada demanda destinada a esta colectividad.
Lesbianas y transexuales también reclaman una mayor oferta especializada para el próximo período en un mercado «tradicionalmente destinado a los hombres», incidió De Luca.
Las lesbianas fueron «casi invisibles durante mucho tiempo en el turismo gay», mientras que los transexuales son un grupo turístico en expansión que reclama destinos con «leyes progresistas», añadió.
Precisamente, una de las principales preocupaciones que manifiestan estos turistas es que en los países a los que viajan exista una legislación que garantice sus derechos, detalló la representante de la Asociación Brasileña de Turismo LGBT, Marta Della Chiesa.
Por este motivo, Uruguay y Argentina, en los que se permite el matrimonio homosexual, ocupan las primeras posiciones de América Latina en el ránking «Spartacus International Gay», que mide la tolerancia turística de cada nación en relación con su legislación y costumbres locales.
«En la medida en que avanzamos como país abrimos las puertas a todos los elementos que conforman la identidad nacional», manifestó la intendente de Montevideo, Ana Olivera, que recordó que la legalización de los matrimonios homosexuales en Uruguay significó un importante avance para el «turismo gay friendly (amigable)».