Ago
10
Fantasmas de hielo: un homenaje a los caídos de la Primera Guerra Mundial
El tiempo es cruel con la memoria, en especial, con los muertos. Este es el mensaje implícito de la última pieza de la escultora brasileña Nele Azevedo, colocada en las escaleras de la Chamberlain Square en Birmingham, Reino Unido y realizada a manera de homenaje por el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, el 28 de agosto de 1914.
Con la ayuda de voluntarios, la artista colocó 5 mil figurines de hielo, todos en forma de personas, en las escaleras de la plaza, simbolizando a los hombres y mujeres —soldados y civiles— que perdieron la vida durante dicho conflicto bélico. En poco tiempo las figuras comenzaron a derretirse, dejando su huella en el lugar. Una sola figura fue hecha de líquido rojo y colocada en la parte superior de las escaleras, su derretimiento asemejaba sangre que se derramaba lentamente por el pavimento.
El derretimiento (desaparición) de las figuras pareciera recordarnos que, a pesar de que los muertos —sus nombres, sus rostros— pueden ser olvidados en el presente, las personas que murieron durante este desgarrador suceso son, no solamente un recordatorio más de la infamia y de la miseria humana, sino también gente real que sufrió y perdió posibilidad de vivir, personas que merecen ser recordadas y homenajeadas.