Julio Cortázar en Piriápolis de Película de la mano de Tristán Bauer
El XI Festival Piriápolis de Película se ha caracterizado por la reunión de excelentes filmes y protagonistas, ya sean actores, directores, realizadores, de gran fuste; en este caso, se unió el homenaje a Cortázar con el reconocimiento al Director del documental, Tristán Bauer.
Al decir del co director artístico del Festival, Prof. Gustavo Iribarne al presentar esta elección: “Es precisamente en el mes del centenario de su nacimiento que se rinde homenaje a Julio Cortázar, uno de los más grandes escritores latinoamericanos de todos los tiempos… es que el autor de “Rayuela”, “Bestiario” y “Final de juego”, entre otras obras maestras, pateó el tablero de la narrativa convencional para jugar con la fantasía que emana del discurso literario. No es casualidad que el director Tristán Bauer haya sido tentado por dibujar su perfil en el documental homónimo realizado en 1994”.
La obra de Cortázar ha ejercido fascinación en muchos cineastas, es así que Iribarne recuerda que “La atracción por el autor y su obra ha generado diversas lecturas cinematográficas que incluyen filmes célebres como “Blow up” de Michelángelo Antonioni (producción que el propio escritor desestimó como muy parcializada del relato “Las babas del diablo”) y la trilogía fusionada de Manuel Antín con los títulos “La cifra impar”, “Circe”, e “Intimidad en los parques”.
En realidad no fueron las únicas propuestas que se instalaron en la pantalla grande por el hechizo de una literatura que rompía los límites entre realidad y la ficción. También Jean-Luc Godard resulto atraído por “La autopista del sur” (de “Todos los fuegos, el fuego”) para plasmar el largometraje “Week end”. La selección (por supuesto) resulta incompleta ya que diversos creadores de estados Unidos, Australia, Paraguay, Brasil e Italia, por citar algunos países rindieron tributo a un creador que sigue renovándose con el tiempo en cada nueva lectura. Es que, según decía de “El perseguidor”, escribir era como jugar. Un disfrute máximo que lo llevó a experimentar con un universo literario que sigue sumando admiradores generación tras generación. La propuesta del festival entonces supone el humilde homenaje a un grande. El Maestro Cronopio de la escritura”; fundamentó el Profesor Iribarne.
Así se presentaba “Cortázar”, un filme documental dirigido por Tristán Bauer en 1994. La producción fue protagonizada por Hugo Carrizo, Agustín Goldschmidt, el propio escritor Julio Cortázar y la voz en off del recientemente fallecido Alfredo Alcón.
El homenaje a Tristán Bauer, hizo recordar su trayectoria entre la que se destaca el largometraje “Después de la tormenta” de 1991, que obtuviera el premio a la mejor Ópera Prima en el Festival de San Sebastián y 10 importantes premios internacionales, además de 8 premios Cóndor de Plata. Entre sus documentales más destacados se encuentran “Cortázar”, “Evita, la tumba sin paz”, “Los libros y la noche” que obtuvo el premio al mejor documental en el festival de La Habana, “Che, un hombre nuevo”, ganador del premio a Mejor documental en el Festival de Montreal y el Premio Balance de Oro en Pantalla Pinamar.
Su último film de ficción “Iluminados por el Fuego” (2005), obtuvo múltiples premio mundiales entre ellos el Goya a la mejor película extranjera, el Premio Especial del jurado de San Sebastián, y el Primer Premio en el Festival Tribeca (EEUU).
Tristán Bauer recordó detalles de la vida de Julio Cortázar y de de la filmación.
«Cuando estaba haciendo la película, me daba una pena enorme que Cortázar se hubiera muerto. Porque esos son seres que no tienen reproducción, no hay recambio. Creo que él es un hombre clave para la Argentina, tanto en lo cultural como por su visión política, y que, a pesar de haber vivido tanto tiempo en Francia, es un tipo muy porteño.
Cuando alguien propuso el nombre de Cortázar -recuerda Bauer-, se movió algo adentro mío, surgió la necesidad de hacer esta película y que no fuera sólo un corto como los anteriores. Yo conocía a Cortázar por mis lecturas en la adolescencia y por sus declaraciones constantes por los derechos humanos y su compromiso con América latina. Ahora, después de haber releído su obra, de haberme metido en su mundo, haber visto creo que todos los materiales de archivo que nos ha dejado, la sensación de respeto, cariño y admiración hacia él no se ha modificado absolutamente en nada.»
A lo largo de la investigación, Bauer vivió momentos de profunda emoción. Uno de ellos fue cuando concurrió en Chivilcoy al Colegio Nacional en el que había enseñado Cortázar. «Fue muy impresionante llegar allí. Es un edificio maravilloso. El director encontró el legajo de Cortázar, era una carpeta naranja con un hilito verde que la envolvía, gastado por el tiempo. La abrí y aparecieron sus manuscritos. En uno de ellos, Cortázar pedía permiso para ir a visitar a su madre. También estaban sus huellas dactilares. Fue muy fuerte ver todo eso. Algo que me impresionó muchísimo es una carta que le manda a la bibliotecaria en la que le dice que le devuelve dos tomos de la obra completa de Freud, que, a pesar de tener sólo 25 años, ya había leído.»
Bauer ya había viajado a París en otras oportunidades, pero considera que esta vez, en ocasión del documental, la conoció de una manera diferente. «Hicimos dos guías para recorrer la ciudad -explica el director-, por un lado con la obra de Cortázar, con Rayuela y los cuentos, hacíamos los distinto trayectos que él había escrito y los filmábamos, y por otra parte, fuimos a los lugares que sus amigos nos contaron que más le gustaban. Cortázar tenía una costumbre, marcaba un lugar en el mapa, iba con sus amigos en el metro hasta la estación más cercana y desde ahí empezaba a recorrerlo para conocerlo en serio.»
Bauer afirma que “Cortázar es uno de esos tipos que no sólo veía lo cotidiano con otra óptica sino que además tenía la enorme capacidad de poder escribirlo con una técnica y una gracia bárbara. Esa es la condición del artista. Poder ver una ciudad de una manera distinta, una ciudad que deja de serlo para ser la ciudad de él, la que él percibe».