La ONU alertó sobre un aumento inédito del efecto invernadero
Las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas y los océanos más ácidos, según advirtió el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) Michel Jarraud, al presentar un informe que dio cuenta que en 2013 hubo «un aumento sin precedentes» de los gases que producen el efecto invernadero.
«Tenemos la absoluta certeza de que el clima está cambiando y de que las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles», dijo el responsable de la organización dependiente de las Naciones Unidas (ONU) al presentar -en la ciudad de Ginebra- el boletín anual sobre gases de efecto invernadero.
«No se trata de predicciones, sino de hechos comprobados y sobre los que contamos con evidencia científica muy sólida», afirmó Jarraud, tras lo cual advirtió que «se acorta» el tiempo que resta para mitigar el cambio climático.
«La cantidad de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera alcanzó un nuevo máximo sin precedentes en 2013, debido a la subida acelerada de los niveles de dióxido de carbono», indicó el Boletín anual de la OMM.
«Ello -agregó- hace que la necesidad de una acción internacional concertada frente a la aceleración del cambio climático, cuyas consecuencias podrían ser devastadoras, sea más apremiante que nunca».
El trabajo, difundido hoy a través de la página oficial de la organización, asegura que entre 1990 y 2013 el forzamiento radiativo que provoca un efecto de calentamiento del clima «experimentó un incremento del 34% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, tales como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O)».
Las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM revelaron que los niveles de CO2 aumentaron más entre 2012 y 2013 que durante cualquier otro año desde 1984.
Datos preliminares apuntan a que ese aumento posiblemente obedezca a la reducción de la cantidad de CO2 absorbida por la biosfera de la Tierra, sumado al incremento constante de las emisiones de ese gas.
El trabajo apuntó que el incremento de CO2 en la atmósfera se ve amortiguado gracias a la absorción de este gas por parte de los océanos, pero estos «pagan un alto tributo por ello ya que sufren un incremento en sus niveles de acidificación».
Los océanos absorben, actualmente, una cuarta parte de las emisiones antropógenas de CO2, limitando con ello el aumento del CO2 atmosférico resultante de la quema de combustibles fósiles.
La absorción de mayores cantidades de este gas por los océanos altera el sistema de los carbonatos marinos y provoca un aumento de la acidez del agua, hecho que perjudica a parte de la flora y fauna marina.
El informe advirtió -además- que lejos de disminuir, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó el año pasado a un ritmo que no se había dado en casi 30 años.
«El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante cientos de años y en el océano aún mucho más. Las emisiones de CO2 del pasado, presente y futuro tendrán un efecto acumulativo tanto en el calentamiento de la Tierra como en la acidificación de los océanos», puntualizó Jarraud.
«Tenemos los conocimientos y las herramientas para tratar de que el aumento de la temperatura se limite a 2 grados centígrados como máximo y así dar una oportunidad a nuestro planeta y un futuro a nuestros hijos y nietos», sentenció el especialista.
«La inclusión de una sección sobre la acidificación de los océanos en este número del Boletín de la OMM sobre los gases de efecto invernadero era necesaria y resulta apropiada. Ya es hora de que el océano, en cuanto uno de los principales factores determinantes del clima del planeta y atenuante del cambio climático, se convierta en un elemento central de los debates sobre el cambio», dijo por su parte Wendy Watson-Wright, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco.
«Si el calentamiento de la Tierra no se considera una razón suficiente para reducir las emisiones de CO2, la acidificación de los océanos debería serlo porque sus efectos ya se están dejando sentir y no hará sino aumentar decenio tras decenio», indicó en tanto Jarraud.
Fuente: Télam