España reacciona fuertemente para captar el importante turismo de salud o sanitario por 500 millones de euros.
El Gobierno español ha diseñado una estrategia para aumentar el turismo sanitario en España, haciéndoles la competencia a otros países europeos y especialmente a los del Este. Quiere empezar por el mundo árabe pudiente.
El Gobierno tiene previsto dar instrucciones para que los servicios diplomáticos y consulares españoles faciliten la concesión de “visados de salud” a ciudadanos del Magreb -y de los países árabes en general- que tengan seguros sanitarios con cobertura en España, o bien que tengan un alto nivel de ingresos y puedan costearse económicamente en el país intervenciones o tratamientos sanitarios largos y costosos.
Así se recoge en un documento gubernamental al que ha tenido acceso Vozpópuli y en el que se afirma textualmente que hay que hacer lo posible para “facilitar la concesión de visados de salud a países árabes: es de alto interés agilizar la expedición de los visados por motivos de salud a ciudadanos de Magreb y países árabes, que se encuentran con dificultades para obtener un permiso de visita a España”.
Ese párrafo pertenece a un informe remitido al Parlamento en el que el Ejecutivo de Rajoy «diseña la estrategia del turismo de salud en España para hacerles la competencia a los países europeos -hacia cuyos ciudadanos, sin embargo, también quiere dirigirse este nuevo impulso sanitario- y especialmente hacia los países del Este. Se quiere empezar por el Magreb porque, al parecer, ya existe un importante flujo de “turismo sanitario” hacia España, especialmente desde Marruecos, pero ahora se trata de acrecentar esa corriente de forma cuantitativa, además de cualitativa.
El «turismo sanitario» se viene practicando desde hace tiempo no sólo en España, pero lo novedoso es que ahora el Gobierno español quiere tomar cartas directamente en el asunto dándole un valor estratégico de mercado. La importancia de atraer enfermos ricos del Magreb para ser tratados en España ya se estudió a finales de 2012, cuando el aún presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, decidió traspasar a empresas privadas la gestión integral de seis hospitales públicos –Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Hospital del Henares, Hospital del Sureste y Hospital del Tajo– y externalizar la de otros 27 centros de salud. Una decisión que provocó una movilización sin precedentes en la Sanidad pública madrileña y que acabó con una sentencia judicial que puso fin a aquellos planes privatizadores.
“Turismo sanitario” en los hospitales públicos
Precisamente, uno de los motores de ese rechazo de los médicos y de la sociedad en general fue la adjudicación por el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, de la gestión de tres hospitales madrileños -el de San Sebastián de los Reyes, Parla y Aranjuez-, a la empresa puertorriqueña HIMA San Pablo.
Lo que encendió la mecha de la contestación fue que dos meses antes de la concesión, su presidente, Joaquín Rodríguez, deslizó en una entrevista con la Cadena SER que le gustaría traer a turistas sanitarios de “Marruecos y Europa”, como ya hacía esa empresa sanitaria en Puerto Rico con los viajeros estadounidenses para ser tratados en hospitales públicos de aquel país.
Esa compañía de Puerto Rico era una desconocida hasta ese momento, pero había sido fundada en 1988 con la apertura del Hospital Interamericano de Medicina Avanzada (HIMA) en Caguas, municipio cercano a San Juan, y en 2013 –año de la adjudicación en Madrid- era el principal proveedor de servicios hospitalarios en Puerto Rico y en toda la cuenca del Caribe.
Aunque el contrato fue deshecho después por los tribunales, que pararon la privatización de la sanidad madrileña, HIMA quería entrar en el mercado español para hacer lo mismo que anunciaba su publicidad oficial en Puerto Rico: “Gastos de Salud mucho más económicos que en Estados Unidos; alojamiento (hoteles con descuentos especiales), transportación terrestre complementaria de ida y vuelta hacia HIMA-San Pablo”. También tenían claro el tipo de cliente: árabe o magrebí pudiente.
Aunque no hay datos oficiales, algunos estudios de mercado sobre “turismo de Salud” en España señalan que la captación de pacientes extranjeros podría mover hasta 500 millones de euros, con un crecimiento estimado para este año y siguientes de al menos 277 millones.