Dic
15
Gran éxito de la Fórmula E 2014 Punta Del Este.Para fanáticos Eprix Round 3 Carrera Completa
Se disputó la tercera edición de la Fórmula E en Punta del Este, con excelente tiempo, record de público y según los entendidos las carreras de la Fórmula E siguen siendo un escaparate de los mejores pilotos del planeta. En esta ocasión, otro ex de la Fórmula 1 apareció en la parrilla, Jean-Eric Vergne, y nada menos que para hacerse con la pole en el circuito urbano de Punta del Este.
Esta ha sido recién la tercer ciudad y la tercera vez en que se realiza la competición, la primera fue en Malasia, la segunda en Pekín y Punta del Este, es decir Uruguay, tuvo el orgullo de albergar no solamente a los mejores pilotos de lo que ya llaman la sucesora de la Fórmula 1, sino de congregar a público, especialistas y periodistas de todo el mundo.
Las críticas a lo complicado del circuito o al reglamento, son las mismas que se efectuaron en los dos circuitos anteriores y evidentemente, todo está en etapa de mejoramiento para esta naciente fórmula.
Según Autosport, entendidos en la materia si las hay «las alegrías duran poco en este nuevo campeonato, en el que las victorias se deciden siempre en las últimas vueltas. Vergné, al que Carlos Sainz Jr. ha sustituido en Toro Rosso, aceleró con demasiada contundencia en la salida, haciendo patinar sus ruedas traseras apenas unas décimas de segundo, tiempo suficiente para que Nelsinho Piquet le robase la cartera y liderase la prueba durante una docena de vueltas.
Vergné no se rindió, y acosó al brasileño sin descanso para recuperar el liderato… algo que logró solo fugazmente pues su excesivo gasto de baterías le llevó a boxes antes de tiempo para cambiar su monoplaza, algo que todos los pilotos deben hacer mediada la prueba»
A partir de este momento, la carrera se rompe. La desaparición de Vergné y la aparición del Safety Car, tras los accidentes de Sam Bird –ganador de la carrera anterior– y Félix da Costa, llevan a otro piloto de F1, Nick Heidfield, a hacerse con el liderato con claridad. Pero un error con el tiempo mínimo para el cambio de monoplaza le acarrea una sancion (drive throught) que le aparta de las primeras plazas.
De nuevo con la prueba descabezada, Buemi hereda el liderato, presionado por un reaparecido Vergné… que tras una excelente remontada vuelve a dejar sus baterías a cero y se queda parado. Así, Nelson Piquet y Lucas Di Grassi entran segundo y tercero respectivamente, logrando este último importantísimos puntos que le apuntalan como líder provisional de la general.
Por su parte, Jaime Alguersuari partió de la quinta posición de la parrilla de salida, la misma en la que recibió la bandera a cuadros, pero lejos de disputar una carrera fácil, el catalán bajó varias posiciónes y las recuperó hacia el final de la prueba, dando muestras de su excelente pilotaje. Oriól Servia fue noveno, y más retrasado finalizó Antonio García, en su debut en la especialidad.
Malos circuitos, reglamento complicado
Las carreras de la Fórmula e siguen siendo trepidantes porque el plantel de pilotos es espectacular, y además todos cuentan con los mismos motores: es una competición en estado puro, que prima a los conductores sobre las máquinas. Ello explica que el pelotón esté siempre apiñado, que sea muy difícil abrir hueco, que cualquier error sea penalizado con muchas posiciones y que la victoria no esté nunca decidida hasta los últimos giros. Circunstancias todas ellas que, sin duda, la convierten en una categoría de excepcional interés para el aficionado. Me atrevería a decir que es la más competida del mundo: media parrilla está en condiciones de ganar.
La otra cara de la moneda la pone el reglamento. Sigue pereciendo impropio de competiciones de velocidad el tener que ahorrar combustible –energía en este caso–, aunque cada día ocurre en más campeonatos. Sin tales limitaciones, el ganador de la carrera hubiese sido Vergné.
Pero considero que lo peor de la Fórmula e, lo que no deja que los pilotos muestren todas sus habilidades, son los circuitos urbanos. En primer lugar, porque carecen de escapatorias, y cualquier error de conducción se convierte en un accidente que no solo deja automáticamente al piloto fuera de carrera, sino que directamente la para y obliga a salir al Safety Car, que en Punta del Este pareció un participante más. Tantas veces apareció.
Además, los circuitos urbanos no tienen curvas diseñadas para ser complicadas y variadas, surgen casi azarosamente, y lo que resulta interesante como excepción, como Monte Carlo en la Fórmula 1, se convierte en un enorme problema cuando se toma como norma.»