Jun
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«Gurisito pescador» canción y video homenaje a los pescadores de Punta del Diablo
«Dedico este video a todos los gurises pescadores de mi pueblo, los que ahora son hombres y otros que ya no están, forjando con su esfuerzo el Cerro de los Pescadores de ayer y el Punta del Diablo de hoy», aclara en su video Martín Acosta; y recuerda a su padre «Mimo», pescador del lugar.
En entrevista con portalesdeluruguay.com,uy , Acosta cuenta que la idea del homenaje es suya. «Soy el autor de la música», dice orgulloso.
La letra es de un amigo de su padre, llamado Raúl Gamenthaler, que visitaba con frecuencia este paraíso que tiene el este de Uruguay. Luego se afincaron en este sitio.
Gamenthaler amaba escribir sobre el pueblo, sus historias, sus lugares, sus paisajes. «Unos meses antes de fallecer, en 2005, me cedió todos sus textos«, contó Martín Acosta.
Así fue estrechando ese vínculo artístico con la memoria de Gamenthaler y, en definitiva, con la historia de Punta del Diablo.
Tal fue así que en 2017, una persona que iba a hacer el Festival de la Canción en Castillos lo llama para preguntarle si quería para participar. «Encontré esa letra, me puse a tararearla y le encontré la melodía», contó. Luego, fueron al festival y salieron segundos con esa canción. Posteriormente, fueron a la Usina de Castillos y la grabaron. «El año pasado se me ocurrió hacer el video«, dijo.
La canción, que es un mensaje al esfuerzo y la vocación de los pesqueros, busca destacar a sus pobladores a lo largo de los años y cómo lograban sobreponerse a las adversidades. «Antes no habían sacos no permeables. Era una brújula y salías. Ahora es diferente: tenés GPS y sacos que te tapan todo», contó. De todas formas, hoy también presenta ciertas dificultades.
«Mimo», oriundo de la localidad de Castillos (Rocha) llegó a Punta del Diablo en 1968, en un momento en que el desarrollo turístico en el balneario no existía. «Era muy sacrificado, todos ranchitos de madera. Él tuvo la suerte de negociar por bacalao con un amigo de él una casa de bloques y se hizo al andar«, contó su hijo.
Dosmar, que hoy tiene un complejo de cabañas, tenía una lancha que guarda una historia peculiar. Como todas las embarcaciones, tiene un nombre. La suya se llama Ana Carolina. Fue un nombre que siempre les gustó. «A mí me querían poner Ana Carolina, pero como fui varón le tuvieron que poner a la lancha«, contó Martín entre risas. Hoy Ana Carolina forma parte del paisaje marítimo en la Playa de los Pescadores.
Fuente y fotos: https://www.portalesdeluruguay.com.uy