«Las huellas de Eduardo no se borran»; Venezuela homenajea al añorado observador y escritor

Ricardo Elena y Aram Aharonian a un año del fallecimiento de Eduardo Galeano, lo recordaron entre historias y anécdotas el pasado jueves en el Auditorio «Alí Primera» del Centro Cultural Simón Bolívar. 

“Ante todo Galeano era un seductor, quién más podría seducir a millones y millones de personas en latinoamérica primero y del mundo después con la narración y los escarnios a nuestro pueblos” afirmó Aram Aharonian y lo recordó como “el uruguayo típico, de bajo perfil, modesto, alegre, amiguero, familiero”.

Ricardo Elena, médico y amigo personal de Eduardo lo describió al escritor como una persona que tenía “una sensibilidad exquisita que pasaba con mirada aparentemente indiferente entre las cosas y la gente”. También contó que coincidían en las reuniones de la Fundación Mario Benedetti y que Eduardo solía llevar siempre una pequeña libreta donde anotaba las expresiones o anécdotas que escuchaba donde sea que se encontrara.

A su vez, Aharonian comento que Eduardo “fue un cazador de historias” en alusión al título de su último libro, el cual fuera publicado a principios de abril de este año. “Cazaba las historias para hacer un gran historia de nuestra América Latina, que marcaba el camino de lo que fuimos, de lo que somos, ayudándonos a saber qué es lo que queremos”. “Eduardo nos ayudó a vernos con nuestros propios ojos, a romper esa relación cultural que teníamos, a ganar en autoestima y dignidad como pueblos” afirmó.

Aram Aharonian habló también sobre la relación que mantuvo EduardoGaleano con la creación de Telesur, cadena de la cual fue promotor, e indicó que Telesur no hubiera sido posible sin esa habilidad para enseñar que era necesario “vernos con nuestros propios ojos”. Además mencionó que Eduardo solía decir que Telesur probablemente fue uno de los hechos mas revolucionarios de la Revolución Bolivariana.

El Embajador de la República Bolivariana de Venezuela, Julio Chirino estuvo presente en el evento y resalto el vínculo que el escritor uruguayo mantuvo siempre con el país caribeño “sentimos los abrazos de Eduardo, sentimos su aproximación, sentimos su cariño y su compromiso con esa grandeza que él nos relataba”.

Al mismo tiempo, Chirino leyó una carta que envió el músico Daniel Viglietti en ocasión de expresar su cariño al escritor y contar al público asistente la amistad que mantuvieron durante años, “Eduardo tenía algo no visible, una suerte de varita mágica con la que iluminaba sus palabras, sus pensamientos”, decía la misma.

El encuentro transcurrió entre diversas anécdotas que fueron comentando sus amigos a sala completa en el Auditorio “Alí Primera” del Centro Cultural Simón Bolívar y tal como afirmó Ricardo Elena “ las huellas de Eduardo no se borran”.

Fuente: PRENSA EMBVENUY