Nov
15
No se trata de «dar una vueltita a caballo». Talleres de buenas prácticas en Turismo Ecuestre. Práctica en alza mundial, ofrecida correctamente por pocos en Uruguay.
La actividad se realizó en la Hacienda Los Lagos, y tuvo como objetivo elaborar en conjunto las bases para crear el protocolo de acción de turismo ecuestre, así como también unificar información y criterios de buenas prácticas en las actividades turísticas, específicamente cabalgatas.
En esta instancia participaron operadores turísticos de varios departamentos, entre ellos Cabalgatas Valiceras del departamento de Rocha, Lares de Maldonado, Experiencias Villa Serrana y Villa Serrana Cabalgatas de Lavalleja, Sierras de Mahoma de San José, El Galope de Colonia, La Baguala de Montevideo y quien les recibió en su establecimiento, Hacienda Los Lagos.
Por parte del Ministerio de Turismo participaron representantes del equipo técnico de turismo en espacios rurales y naturales: Cecilia Silva, Virginia Romero y Camila Maquieira. Así mismo, apoyaron y colaboran las encargadas de división, Paola Bianchi, Diseño de la Oferta; Karina Larruina, Innovación y Desarrollo Operativo.
QUE ES EL TURISMO ECUESTRE?
La iniciativa es loable ya que esta actividad turística se encuentra en auge en el mundo, mientras que, salvo excepciones, en nuestro país se la confunde con pasar el día degustando un asando y «dar una vueltita a caballo».
Lo que normalmente vemos en el mercado como paseos a caballo, de dos o tres horas en un día, es una actividad que no es considerada por los aficionados como una práctica de turismo ecuestre.
Para que un producto de turismo ecuestre sea considerado como tal, debe contemplar al menos dos días con una pernoctación.
Hombre y Caballo unidos por el Turismo Ecuestre
El hombre se ha vinculado al caballo desde hace más de 5000 años y esta unión ha estado vinculada al desarrollo productivo del hombre.
No solo era la fuerza motriz que empujaba la labranza de la tierra, sino que además contribuía, fundamentalmente, con el transporte y como máquina de guerra.
Los grandes imperios de la antigüedad se pudieron expandir por el caballo, y es así, que por todas estas circunstancias, el hombre desarrolló una estrecha relación con él, y ésta tuvo distintas características según las épocas, pero en todas ellas, siempre tuvo en común el reconocimiento, por parte del hombre, de los servicios que este hermoso animal le prestaba, nunca fue una mascota, que el hombre criaba y domesticaba para tener su compañía, sino todo lo contrario.
El hombre se valía del caballo para ayudarlo a trabajar, a viajar y a guerrear, es decir, el caballo constituía desde una identificación con la personalidad de quien lo montaba, o medía la capacidad de una comunidad para producir o pelear, en función de la cantidad de caballos con que contaba.
Así de influyente fue este animal, en la vida del hombre.
Con el tiempo, el hombre a través de su inteligencia, desarrolló desde los primeros motores hasta el universo de máquinas que generan la fuerza motriz actual, los medios de transporte veloces, y también explotó y alteró la naturaleza de antaño.
De esta manera el caballo perdió, considerablemente, la importancia vital que tuvo hasta el advenimiento del progreso actual, que lo dejó relegado a algunos pocos trabajos en el campo con el ganado, especialmente vacuno.
Felizmente el hombre ha rescatado a los caballos para hacer cosas, que también las hacían antes, pero no de manera central, y éstas son el deporte hípico, como puede ser la doma clásica, el raíd, el salto, alta escuela, Polo, etc.
Para quienes se dedican a esta actividad, el rescate más importante que hace el hombre actual del caballo, por la masividad de la práctica, y además por el concepto no contaminante de la naturaleza, es la actividad de cabalgar por los campos y en grandes espacios, donde hombre y caballo marchan juntos, pero ya no con necesidad de llegar, sino en una acción relajada y contemplativa del paisaje, que solo se puede apreciar desde el lomo de un caballo.
De esta manera el caballo vuelve a prestar un servicio esencial al hombre, y además no debe competir con el desarrollo de la modernidad, y esta práctica, que rescata nuevamente al caballo, devolviéndole centralidad, es la de hacer Rutas a Caballo o Turismo Ecuestre, actividad que a los más expertos les permite ejercitar sus dotes de jinetes, pero también los novatos pueden, con una pequeña enseñanza, aprender a montar y gozar de la naturaleza y del paisaje que nos aleja del estrés urbano.
Ampascachi
es una organización argentina, reconocida mundialmente no sólo por su antigüedad desarrollando el turismo ecuestre, sino por su enfoque, tomado como ejemplo en otros países que descubren esta maravillosa pero también rentable actividad.
Distintos productos de Turismo Ecuestre
Rutas a caballo con playas como escenario principal
Estos productos generalmente tienen rutas a caballo, en las que parte de ella o su totalidad, transitan por playas durante al menos una semana.
Puede ser que no sea junto al agua dependiendo esto de cuestiones como la marea o la arena, pero se hace lo más próximo al agua y se pueden practicar emocionantes galopes incluso dentro de aguas bajas.
Rutas ecuestres con campamentos
Estos son principalmente viajes a caballo que pueden llevar más de cuatro días, con la necesidad, dado que generalmente los lugares recorridos no hay servicios de hotelería se debe vivir en campamentos constituidos por carpas de diversos tipos.
Para estos casos se debe contar con equipos añadidos, como sacos de dormir, elementos de higiene personal, ropa adecuada y además estar en cierto estado físico para resistir varios días de camino.
Por supuesto que estos campamentos disponen de más o menos comodidades, dependiendo de cada prestador del servicio.
Si bien se puede pasar alguna incomodidad por el campamento, ésta es recompensada por el contenido de aventura y la experiencia de despertar en contacto directo con la naturaleza, que le da un toque mágico al viaje.
Turismo Ecuestre en Ranchos de huéspedes o en Estancias
En estos productos el huésped permanece en un centro ecuestre o un rancho tipos a los de EEUU o una estancia o establecimiento rural en Argentina o Uruguay, donde se le asigna una habitación y las salidas a caballo tiene forma de estrella (algunos los designan producto estrella) pues se sale del centro y se vuelve a él, variando las direcciones de salida cada día.
Es un viaje más relajado pues se puede disponer de medias jornadas libres para hacer otras actividades en el rancho o estancia, tales como ver experiencias de movimiento de ganado o prácticas que se realizan con este, leer en un lugar apacible, jugar tenis o recorrer la zona cercana al rancho o estancia.
Además varios de estos productos se prestan para pasar las vacaciones ecuestres con la familia y los niños.
El trabajo es complejo, no se trata solamente de tener «buenos y hermosos» caballos; el entorno, paisaje, locaciones y atención hacen el todo .
Vacaciones a caballo de formación y perfeccionamiento
Este tipo de turismo ecuestre también cuentan con un centro donde el huésped se le pueden dar las lecciones mínimas de equitación como para poder salir junto a un guía a realizar paseos por el campo y pueda, de esta manera, adquirir una experiencia mínima como para realizar rutas a caballo, en las que se requiere una mayor pericia como jinete y es la verdadera practica del turismo ecuestre.
Es un producto ideal para personas que quieren iniciarse en el contacto con el caballo para poder disfrutar de montarlos y además cabalgar por el campo.
También en este tipo existen algunos con el mismo formato, en el sentido de tener un centro, pero son para recibir, al menos por una semana, clases para perfeccionar el dressage o las técnicas de salto y está dirigido a jinetes que se dedican a la hípica deportiva y que quieren mejorar sus técnicas de monta.
En estos productos se dispone de esas clases de formación, sea para novatos o para experimentados, pero además pueden compartir momentos de relajación en un ambiente rural o de campo.
Turismo Ecuestre alrededor del Mundo
El turismo ecuestre se encuentra en auge en todo el mundo.
Esta modalidad de turismo, que gira en torno al mundo del caballo, mueve un volumen considerable de practicantes en Europa y Estados Unidos.
Este tipo de vacaciones está dirigida tanto a principiantes que no han ido nunca a caballo como a grandes expertos. Se trata de una actividad muy asociada a los principios de turismo sostenible y responsable, la búsqueda de experiencias auténticas y el contacto directo con la naturaleza.
Si bien la organización Ampascachi, organiza estas experiencias en los cinco continentes, nos interesa que en Uruguay trabaja con el Haras Las Tordillas, en Pueblo Edén apenas a a 38 Km del aeropuerto internacional Capitán Carlos A. Curbelo, es decir cerquita de Punta del Este; y con Cabalgatas Valiceras, en el departamento de Rocha.
Sobre las actividades en estos y otros establecimientos informaremos en próxima nota.
Fuentes: Mintur, Haras Las Tordillas, Cabalgatas Valiceras, Hacienda Los Lagos, Ampascachi, propias.