Uruguay cuarto en desarrollo humano en Latinoamérica
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó su informe anual sobre Desarrollo Humano en el mundo. En Latinoamérica, el Índice de Desarrollo Humano 2014 (IDH) está encabezado por Chile (puesto 41), seguido de Cuba (44), Argentina (49) y Uruguay (50).
El Índice se hizo sobre un total de 187 países.
Noruega encabeza el primer lugar de la lista, seguido de Australia, Suiza (3), Holanda (4) y Estados Unidos (5). En los peores lugares están República Democrática del Congo (186) y Nigeria (187).
¿QUÉ MIDE EL IDH?
El Índice de Desarrollo Humano se basa en una serie de indicadores como la esperanza de vida, la salud, el ingreso per cápita y la educación. Estos datos permiten comparar el nivel de éxito de los países en el incentivo del desarrollo de las capacidades de sus habitantes.
El índice varía entre 0 y 1. Los más cercanos al 1, son los de mayor desarrollo. Los más cercanos al 0 son los menos desarrollados.
En el listado publicado hoy, Noruega, el más alto, tiene 0,944. Nigeria, el más bajo, tiene un valor IDH de 0.332.
EN LATINOAMÉRICA:
Chile (Puesto 41 – Valor IDH 0.822)
Cuba (Puesto 44 – Valor IDH 0.815)
Argentina (Puesto 49 – Valor IDH 0.808)
Uruguay (Puesto 50 – Valor IDH 0.790)
Según el informe, hay más de 45 millones de personas en América Latina y el Caribe que se encuentran en riesgo de caer en pobreza multidimensional, es decir, con desmejoras en la calidad de vida, la salud y la educación. En los últimos años, el bloque de todos los países latinoamericanos ha retrocedido en materia de IDH, producto de la crísis económica internacional, según se explica en el documento.
EN EL MUNDO:
Más de 2.200 millones de personas en el mundo son pobres o están al borde la pobreza, una cifra que podría aumentar con las crisis financieras y las catástrofes naturales, advirtió este jueves la ONU.
La violencia es otro de los factores que contribuyen a la pobreza, especialmente en América.
“En algunos países de América Latina y el Caribe, a pesar de los grandes logros en desarrollo humano, muchas personas se sienten amenazadas por los índices cada vez más altos de homicidios y otros crímenes violentos”, indica la ONU.
Según los datos de la ONU, 1.200 millones de personas en el mundo viven con 1,25 dólares o menos al día y casi 1.500 millones de personas de 91 países en desarrollo están al borde de la pobreza.
El informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentado en Tokio, recuerda que aunque la pobreza sigue disminuyendo en el mundo las “vulnerabilidades” como los conflictos, los precios de los alimentos o el cambio climático son persistentes y amenazan el desarrollo humano.
“Hacer frente a las vulnerabilidades permitirá que todas las personas participen de los avances en materia de desarrollo, logrando así que el desarrollo humano sea cada vez más equitativo y sostenible”, dijo Helen Clark, administradora del PNUD citada en el informe titulado “Sostener el progreso humano, reducir vulnerabilidades y construir resiliencia”.
Según la ONU, dar prestaciones sociales básicas a las personas pobres costaría un poco menos del 2% del PIB mundial.
“Un conjunto de medidas básicas de protección social será asequible para los países con bajos ingresos mediante la redistribución de fondos y el aumento de sus recursos nacionales”, afirmó el informe.
La ONU recuerda por otra parte que erradicar la pobreza extrema “no sólo consiste en reducir sus niveles a cero, sino en asegurarse también de mantener estos logros”.
Entre las personas más vulnerables el informe destaca las mujeres, las minorías (étnicas, lingüísticas, religiosas, sexuales o de migrantes), las poblaciones autóctonas, las personas de zonas rurales o remotas o que viven con discapacidades y los países sin litoral o con recursos naturales limitados.
En la presentación del informe, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, recordó que cada vez están más cerca la fecha límite para cumplir los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU. Estos objetivos, definidos en el año 2000, tenían como objetivo reducir a la mitad la extrema pobreza y el hambre en el mundo en 2015.
Los ODM también miden los progresos en la lucha contra el sida, la mortalidad maternal e infantil, el acceso al agua, la igualdad entre los sexos y la educación.