El Gobierno de Uruguay ha destacado ante empresarios de Francia las posibilidades existentes para invertir en el país sudamericano, gracias a su economía equilibrada.
El ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, ha ofrecido estos comentarios en un encuentro celebrado entre empresarios y autoridades de Francia, en el marco de la visita del presidente François Hollande.
Astori ha asegurado que “Uruguay es una de las pocas naciones latinoamericanas que en tiempos de volatilidad e incertidumbre se ha mantenido creciendo por encima del promedio de toda la región y apuesta al camino más genuino y más auténtico para hacer que ese crecimiento sea sostenible: el camino de la inversión”.
Asimismo, ha agregado que “Uruguay ha creado un clima de negocios que ha sido positivamente valorado en el ámbito internacional” y que lo ha conseguido gracias a un “equilibrio macroeconómico”, una “fortaleza institucional” y una “estructura de regímenes especiales de promoción y estímulo de la inversión”.
Por otro lado, Astori ha indicado que “Uruguay está ofreciendo excelentes oportunidades en muchas áreas de su economía, en la agroindustria alimenticia, en el complejo industrial forestal y en áreas como la industria farmacéutica y audiovisual, además de en el sector servicios, como el turismo”.
Por su parte, el encargado de Comercio Exterior de Francia, Matthias Fekl, ha señalado que la presencia empresarial francesa en Uruguay es fuerte, pero se debería reforzar más.
El viceministro de Economía de Uruguay, Pablo Ferreri, ha expuesto las bonanzas del país como destino inversor, mencionando la certeza jurídica, el crecimiento económico inclusivo, la distribución de la riqueza y la calidad crediticia, que hace que el país cuente con el grado inversor por parte de las principales agencias de calificación.
Las exportaciones a Francia se concentran principalmente en carne y cuero, mientras que las importaciones del país galo se centran en vehículos y medicamentos.
El documento detalla algunos sectores en los que Uruguay tiene potencial para aumentar sus ventas a Francia, tales como la elaboración de productos alimenticios, bebidas y tabaco, la fabricación de sustancias y productos químicos, y los cultivos en general.