Uruguay en el 3° y 4° lugar entre las 10 mejores playas nudistas de América
Estados Unidos, Brasil, Chile, Uruguay y Argentina son algunos países del continente con sectores públicos de costa habilitados para la práctica del nudismo. Una guía para «naturistas» expertos y para viajeros que fantasean con animarse.
El límite lo marca un cartel. Es una frontera imaginaria, pero su sentido es amplio, y el significado, enorme. «¡Bañistas desnudos a la vista!» De acuerdo… no será exactamente esa la frase impresa en la señalética, pero, si la entendiéramos así, no estaríamos lejos de pensarla con el prisma de quien no se interesa por la actividad que nos convoca: las playas nudistas.
La Federación Naturista Internacional considera que el «desnudo en común» es «una forma de vida en armonía con la naturaleza». Y juran que favorece (o debería favorecer…) el «respeto por uno mismo, por los demás y por el medio ambiente».
Claro que para promover la buena convivencia hay algunas reglas: ni fotos ni videos ocasionales ni, desde ya, premeditados. Ni quedarse como un opa mirando el cuerpo del prójimo. Ni tampoco dejar que el acto agradable de vivir con armonía la desnudez se pase de la raya, o sea, que el placer de andar como se llegó al mundo se transforme en deseo sexual, en cualquiera de sus multifacéticas presentaciones.
Ni sentarse en una silla del balneario sin colocar una toalla debajo del trasero. Ni llevar mascotas. Ni arrojar basura. Porque si hay algo que prima en los sitios destinados al «ocio naturista» es el respeto por el ambiente y por la salud de todos, pequeños y grandes… ¡es que a estas playas acuden familias enteras!
Estas normas están plasmadas, para estudiarlas y aprender a respetarlas, en las «preguntas frecuentes» de las webs oficiales de los destinos naturistas.
Hablando de viajes y lugares ofrecemos aquí una selección de diez playas nudistas del continente americano, demarcadas como espacios públicos habilitados -por las autoridades competentes- para andar sin ropas a diestra y siniestra, un permiso que, vale la pena aclarar, en ningún caso implica obligatoriedad.
Quedan afuera del recorte los resorts o establecimientos con playas privadas nudistas, muchas veces insertados en países cuya legislación no explicita o, más aún, sanciona la práctica. Sin más, es hora de animarse y colgar los trapitos al sol.
En la península de Florida, esta linda playa pública se autopromociona con un eslogan elocuente: «La mejor playa de vestimenta opcional de Estados Unidos». Son más de 600 metros de costa dentro del mucho más grande Haulover Beach Park, a poco más de 20 kilómetros del centro de Miami. El punto más atractivo de esta zona es que se encuentra en un sector intercosteño, justo entre la bahía de Biscayne y el océano Atlántico. Se suman la arena muy blanca y el tono turquesa del agua… pero, atención, la playa puede, en ocasiones, mostrarse muy llena, ya que la totalidad del parque recibe unos siete mil visitantes por día (www.hauloverbeach.org).
Si bien la playa de Cau Cau, en la costa de Horcón, había sido un lugar de práctica para el nudismo -un poco de moda- en los años 60, la llegada de emprendimientos privados le fueron quitando intimidad a la zona, que además nunca estuvo debidamente habilitada. Sin embargo, hoy el único centro nudista chileno permitido queda justamente en esa región. Desde 1999, Playa Luna -también conocida como playa El Clarón o La Iglesia- es el sitio al que acuden quienes disfrutan del «econudismo» y quieren pasar lindas jornadas en los 500 metros de una bella costa llena de aves. Ojo, a Playa Luna no se llega en transporte rodado. Desde Caleta Horcón (a unos 150 kilómetros de Santiago de Chile), habrá que caminar 40 minutos (son 5 kilómetros, pasando una zona de bosques y rocas), antes de llegar a este lindo rincón del litoral central norte de Chile (naturismoplayaluna.blogspot.com.ar).
A 15 kilómetros de Punta del Este (en el mojón 115,5 de la ruta Interbalnearia), Playa Chihuahua (o Portezuelo, como le dicen por la bahía donde se enclava) es un sitio favorito por los amantes del sandboard: toda la zona cuenta con unas imponentes dunas que hacen de barrera natural entre el mundo de afuera y esa magnífica playa ancha, desolada, tranquila, típicamente uruguaya.
Allí hay un sector delimitado adecuadamente para el nudismo (con alojamiento de primer nivel en los alrededores). La playa es ancha y amplia, así que desde las dunas sólo se vislumbran pequeños sujetos sin ropa, casi indefinibles a la distancia. Chihuahua es una playa óptima para disfrutar el paisaje del arroyo Potrero y el aire de Punta Ballena (playachihuahua.com).
Cuenta para el alojamiento con posadas, cabañas en arriendo, establecimientos cinco estrellas y especialmente, no es necesario alojarse en ninguno de estos lugares para disfrutar del nudismo en la playa que como todas en Uruguay son libres y abiertas a todo público.
4. Playa La Sirena (Uruguay)
Con sus atractivos destinos playeros (por mencionar algunos, La Paloma, La Pedrera, Punta del Diablo y Cabo Polonio), la costa de Rocha es una de las zonas de Uruguay que más intensamente se ha puesto de moda en los últimos años. Precisamente ahí está el segundo sector oficialmente nudista del país: playa La Sirena (a 2 kilómetros de Aguas Dulces), un sitio aislado y tranquilo, que se luce entre bañados, cañadas, pinares y lagos. Básicamente es una playa para estar en contacto total con la naturaleza, pero sólo apta para quienes acepten un destino con escasos servicios e infraestructura (www.vivirocha.com.uy/playa-naturista-la-sirena/).
La Federación Brasilera de Nudismo contabiliza unos 250.000 «naturistas» -como dicen allí-, 10 playas nudistas oficiales y unas 30 donde la actividad ocurre de manera eventual. En el estado de Bahía, una de las más recomendables es Praia de Massarandupió, a 93 kilómetros de la encantadora Salvador. Si bien para llegar habrá que hacer 7 kilómetros por un camino de ripio, luego viene el premio visual de un área de 2.000 metros, con un par de barcitos de estilo rústico entre dunas y palmeras. Un dato de color: la zona es elegida por muchas tortugas como lugar de desove (massarandupio.com).
6. Praia do Abricó (Brasil)
A 52 kilómetros del gran imán de la zona, la ciudad de Río de Janeiro, y a sólo 18 kilómetros de Barra da Tijuca, esta opción para el nudismo se destaca por su encantador paisaje natural. Claro que este es un rasgo común a todas las playas brasileñas, pero Praia do Abricó realmente tiene atractivos de sitio salvaje, con piedras y muchísimo verde. Es que el lugar se enclava entre la montaña y el mar, y al estar naturalmente enclaustrado, garantiza un espacio pacífico y privado para los adeptos al nudismo (www.anabrico.com).
7. Praia Olho de Boi (Brasil)
Son entre 50 y 100 metros de costa solamente, y no tiene absolutamente ninguna infraestructura montada. Praia Olho de Boi es una costa preciosa, plenamente natural, delineada entre acantilados rocosos donde el mar se apacigua. Se llega caminando desde Praia Brava de Cabo Frio y es una buena opción de turismo naturista para quienes viajan al estado de Río de Janeiro. No obstante, la ciudad más cercana no es Río (a más de dos horas en auto) sino Búzios, a sólo 2,5 kilómetros, ideal para hacer base.
8. Praia do Pinho (Brasil)
Tiene el mérito de ser la primera que se asomó al mundo del nudismo «permitido» en el país. En el entorno del municipio de Camboriú (cerca de Itapema, estado de Santa Catarina), Praia do Pinho es un paréntesis a menos de 80 kilómetros de la archivisitada Florianópolis, destino favorito de los turistas argentinos que buscan unos días en clave brasileña. O sea: un lugar para disfrutar del mar traslúcido y ese salpicré de rocas que forman, sin quererlo, verdaderas piscinas naturales. Más allá del nudismo en sí, el lugar es atractivo y dan ganas de sentarse en sus barcitos, disfrutar las pousadas o, simplemente, poner la carpa y mirar el mar.
Las coordenadas son ruta 11, kilómetro 552, a 25 kilómetros de la rotonda del faro de Punta Mogotes. Es decir, a pasos del más importante destino de playa de la Costa Atlántica, Mar del Plata. Ahí brota un lugar, el balneario Playa Escondida, que ofrece una opción accesible y distendida para los adeptos al nudismo. Hay que remarcar que, a diferencia de otros espacios del rubro «naturismo en Argentina», esta es una playa pública, delimitada por carteles indicativos. Y como todas las de su tipo, tiene sus reglas: no se ingresa con mascotas, no se permiten vendedores ambulantes, tomar fotografías o poner música fuerte. En cambio, se disfruta del paisaje típicamente atlántico, entre dunas y acantilados de aire solitario, pequeños bosques y aves (www.playaescondida.com.ar).
10. Playa Querandí (Argentina)
Apoyada por la Asociación para el Nudismo Naturista Argentino (APANNA), este balneario a pasos del faro Querandí, en Villa Gesell (kilómetro 429,5 de la ruta 11), propone relajarse en un ámbito agreste y despojado de servicios; tanto que este verano no funcionó el parador del lugar… Si bien algunos consideran que el proyecto no tuvo mucho éxito por encontrarse cerca de una zona transitada como es el histórico faro, no deja de ser una opción viable de nudismo en la costa bonaerense, delimitada como área de «vestimenta opcional», de ingreso público y gratuito