Chase Manhattan Plaza de New York y la Cámara Llooyds de Londres son Chinos
El conglomerado chino Fosun, que causó sensación el año pasado, cuando compró el ChaseManhattan Plaza de NuevaYork por 750 millones de dólares y la Cámaras Lloyds de Londres por 102 millones, trata de seguir expandiendo sus inversiones en el extranjero.
Con el respaldo de préstamos bancarios y de fondos de compañías de seguros, Fosun está buscando inmuebles en ciudades como Los Ángeles, París, Hamburgo, Frankfurt, Lisboa y Sydney, dijo Xu Xiaoliang, presidente de Fosun Propierty, brazo inmobiliario de la compañía.
Para Fosun, todavía quedan activos inmobiliarios infravalorados en grandes ciudades extranjeras, en las que busca oficinas, hoteles y activos residenciales, tanto en edificios terminados como en proyectos para desarrollar.
Los EE.UU., con su economía en expansión y un marco regulatorio bien establecido es un mercado atractivo para este grupo inversor.
Fosun también dirige su punto de mira hacia las empresas de servicios inmobiliarios. En mayo, compró la empresa de gestión inmobiliaria IDERA Capital Management, con sede en Tokio por una suma no revelada.
Desde que Fosun Property dejó de cotizar en Bolsa de Valores de Hong Kong en 2011, ha puesto menos énfasis en los hoteles y oficinas de China, dados los problemas que derivan del exceso de oferta y la intensificación de la competencia, y está centrándose en proyectos en determinados nichos de mercado.
La expansión en el extranjero podría impulsar las ganancias de Fosun y actuar como cobertura contra una recesión en China, pero también conlleva riesgos, según los analistas, puesto que podría haber «riesgos de refinanciación si el flujo de efectivo de sus operaciones inmobiliarias no puede cubrir el reembolso del préstamo a su vencimiento «.
Fosun es uno de los muchos inversores chinos que compran inmuebles en el extranjero, para diversificar sus operaciones ante el temor de una crisis interna.
La inversión institucional china en inmuebles en el extranjero ascendió 5.100 millones de euros en la primera mitad de este año, frente a sólo 75.2 millones de dólares en 2008, de acuerdo con los datos de Real Capital Analytics. Algunos tratan de comparar la salida al extranjero de los inversores inmobiliarios chinos a la fiebre japonesa por la compra de oficinas, hoteles y campos de golf en el extranjero en la década de los ochenta, aunque esta ola china es más sostenible. Mientras que los inversores japoneses se apalancaron en su país inflando los valores de sus propiedades para comprar otras en el extranjero, los inversores chinos tienen la intención de diversificar los riesgos.