Feb
06
Aquel tranquilo remanso que fue José Ignacio, un poco de historia a poco de llegar sus 138 años
El Faro de José Ignacio, toda la historia que llega con nostalgia de tiempos matreros, marinos intrépidos, y el pujante presente cimentado en aquellos insospechados sueños, que lo ha transmutado en balneario internacional y muy cotizado; sin olvidar su esencia.
El 1ro de Julio el Faro de José Ignacio cumplirá sus 138 jóvenes años; y todos saludamos su modernización, aunque también se añoren otros tiempos.
Su construcción, otorgada por concesión del 13 de julio de 1875 a la empresa Costa y Cía, fue finalizada en 1877. Los viejos fareros como Dn. Rodolfo Scarone, supieron de las épocas de subir escalón por escalón, cada atardecer, para encender la llama a mecha de petroleo, que guiara a los navegantes, y volver a hacerlos al amanecer para apagarla. Tal la costumbre que nos contaba Dn. Rodolfo que aún luego de automatizado el encendido, recién cuando llegaba con cansino paso a la altura, recordaba que ahora, con una simple llave, se encendía desde abajo.
El 31 de diciembre de 1907 paso a dominio del Estado, dependiendo del Ministerio de Obras Públicas. Por decreto del 29 de abril de 1933 pasa, con el Servicio de iluminación y Balizamiento a depender de la Armada Nacional y es en el correr de los años 1971 a 1973 que se organiza su remodelación, siendo esta realizada por el Servicio de Instalaciones Navales y el Servicio de Iluminación y Balizamiento.
En épocas en que el balizamiento en nuestras costas oceánicas y en el RÍO DE LA Plata no existía o era insuficiente fueron muy frecuentes los siniestros marítimos debido a encalladuras o verduras de los buques en las costas o restingas. Los registros de tales accidentes son numerosos, y las historias verdaderas, sumadas a las leyendas de los increíbles tesoros que yacen en el fondo del mar, las superan.
A medida que se fueron instalando los faros, balizas, y boyas la frecuencia de siniestros en la navegación fue disminuyendo.
No podemos olvidar a don Antonio Lussich, quien entre sus múltiples ocupaciones y mientras importaba las especies que hoy integran el Arboretum que lleva su nombre, dirigía la compañía familiar de rescates marítimos
La construcción y fundación del Faro de José Ignacio fue el llamado a civilizar una, hasta entonces inhóspita zona que hoy es el polo de atracción de turistas del mundo entero. Ha dejado de ser un pueblito de aficionados a la pesca y a la caza submarina, e ingresó sin querer a las páginas de las revistas de moda de la mano de personajes de la farándula del país vecino.