En el 2020 turismo en la Estación Espacial Internacional
La NASA ya anunció a principios de verano que abrirá la Estación Espacial Internacional a los turistas, pero ahora le ha puesto cifras: el precio de la estancia por noche ascenderá a 35.000 dólares… sin transporte, que supone añadir 80 millones de dólares más por asiento.
Según palabras de Gary Jordan, Jefe del Centro Espacial Johnson de la NASA «La Agencia trabajará con compañías comerciales para identificar los requisitos mínimos de capacitación con la seguridad como una de las prioridades principales».
Los viajes serán organizados y dirigidos por las compañías Boeing y SpaceX, quienes transportarán a los astronautas «privados» a través hasta la Estación Espacial Internacional en la cápsula Dragon y el la nave Starliner pertenecientes a las empresas.
Ya en 2020, como ha avanzado Scimemi, “se organizarán dos misiones de corta duración, de un mes aproximadamente, y con hasta 12 o 13 personas en la Estación Espacial Internacional (ISS)”. En estas misiones de astronautas privados, financiados por socios privados, “pueden hacer lo que quieran siempre que cumplan con los criterios de la NASA, como actividades rutinarias, de tipo comercial o promocional”.
Pero más allá de eso, en su opinión “supone una oportunidad para la industria turística dado su enorme potencial”. Y ha expuesto varios casos, como la posibilidad de “comprar tiempo a bordo o proveer de energía y datos a inversores privados; el desarrollo comercial de los destinos LEO con nuevos módulos diferentes a los de la ISS, para que las empresas puedan experimentar con actividades turísticas o rodajes de películas; aprovechar las oportunidades para estimular la demanda, creando productos en el espacio para venderlos posteriormente; promover el I+D en esos destinos LEO, por ejemplo para formar astronautas, experimentar con drones, etc.”.
Beneficios terráqueos de la tecnología espacial
Desde Space Florida su vicepresidente de Investigación e Innovación, Tony Gannon, ha incidido en los beneficios que puede tener en la Tierra la aplicación de la tecnología espacial. Por ejemplo, y aunque los viajes al espacio serán pronto una realidad, con un precio de 250.000 dólares, considera que el mayor potencial reside en “el recorrido de grandes distancias en un corto espacio de tiempo, en el transporte rápido entre continentes”.
La tecnología espacial, añade, “también puede ser la solución a la superpoblación del planeta”. Por ello ha defendido que “esa innovación que nos permite ir al espacio se utilice también para salvar la Tierra, que esa tecnología y conocimiento beneficien a nuestra vida aquí, en materia de ciberseguridad, datos, tecnología 3D para crear alimentos, etc.”.
Para ello es necesaria la cooperación en innovación científica entre países, como la que ya mantienen con Israel, estrategia a la que destinan dos millones de dólares, a los que se suma la gestión de otros 300 millones para atraer a startups en los últimos cuatro años, trabajando estrechamente con unos 50 inversores privados.